Ubuntunizando mi vida

Hace un par de días me llegó un paquete a casa, bueno realmente era un enorme sobre blanco y regordete a mi nombre que recogió la vecina de enfrente porque lo habían tirado en mi felpudo. Esta se lo dio a mi madre, que lo dejó sobre mi cama. Cuando llegué a casa, lo observé contenta e intrigada, no tenía ni idea de lo que era. En ese momento de esperanza (cuando recibes algo desconocido siempre piensas que puede ser genial) mi madre decidió que no debía abrirlo. Mirándome con cara de “estas loca niña, pero yo no te he enseñado que paquetes a tu nombre no debes abrirlos…”, yo le respondí con mirada de “pero realmente piensas que los talibanes me mandan virus contagiosos o que soy objetivo de ETA y es una bomba?” así que finalmente abrí mi regalo.

¡Vaya decepción! ¿Por qué siempre pienso cosas que no son? Mi gran regalo eran 60 cds iguales, de linux ubuntu para más señas, 30 para probarlo y 30 para instalarlo. En ese momento la cara de mi madre cambió a: “¡Pero que friki eres! Madura… ¿Para qué quieres 60 discos iguales? ”

Y eso mismo pensé yo. La nueva distribución de linux Ubuntu quiere colonizar el mundo (estilo google) así que, además de poder descargarlo de forma totalmente gratuita, en la página shipit.ubuntu.com puedes pedir que te envíen el cd a tu casa de forma totalmente gratuita. Yo pedí a un amigo que pidiera por mi 4 ó 5, en previsión de que alguien me pediría alguna copia, pero ilusa de mí, sabiendo que le había pedido una caja llena para su perro, no me imaginé que me pediría 60. Ahora no se que hacer con ellos y ni siquiera puedo reutilizar las cajas porque son de cartón. Así que ya sabéis, si alguien quiere uno, dos, ó 59 cds de Ubuntu, solo tiene que reclamarmelos, o sino decirme para que más pueden ser útiles. Por ahora no colonizaron el mundo, pero mi escritorio esta plagadito de ellos.